El deán de Windsor, David Conner, fue el encargado de uno de los momentos más emotivos de esta jornada, al despojar el féretro de la reina de sus joyas.
Ambas parejas, sin mediar palabras entre ellos, se acercaron a saludar al público presente y contemplaron las ofrendas florales.
La espera del “Baby Sussex” ha sido más larga de lo que se planeaba y ante el retraso, los médicos podrían inducir el parto de Meghan Markle.