Esta declaración la dio el fundador de WikiLeaks, luego del acuerdo alcanzado con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, teniendo como único cargo la “conspiración para obtener y publicar información de defensa nacional”.
Diplomáticos rusos habrían mantenido contactos con el cónsul ecuatoriano en Londres para extraer al fundador de Wikileaks en diciembre de 2017, sin embargo el plan fue abortado.