El líder de la banda criminal era buscado en Venezuela y Chile con orden de captura en 196 países por la Interpol.
Sobre las armas, el Ministerio Público expuso que las mismas no sólo estaban adaptadas para el disparo, sino que ya habían sido utilizadas.
Fueron entregadas 52 pistolas CZ 9 milímetros que iban a ser certificadas para ser trasladas a diferentes armerías, junto a otras cuatro armas particulares, una de ellas perteneciente al director del Instituto.
Las causas del brutal crimen, tendrían directa relación al robo de armas, donde incluso los atacantes ocultaron drogas, entre otros elementos.
Este hecho, tendría directa relación con la venta de armas en la zona. Se presume que 12 personas estarían involucrados en el crimen.