Uno de los principales argumentos entregados por los parlamentarios es el tremendo impacto ambiental en el proceso de degradación de los juguetes.
Entre la basura recuperada del vientre de la ballena hay platos de plástico, bolsas de supermercado, redes de pesca enredadas y un paquete de detergente para ropa.
En Chile, el consumo de plásticos por persona es de 51 kilos por año.
De lograr esta meta, CCU se comprometió a entregar un aporte adicional a la campaña 2018 durante las 27 horas que dura el evento solidario.
La iniciativa exigirá a las empresas ir reemplazando este material y utilizar productos biodegradables.