La liberación se da luego del cambio en la jurisprudencia del Tribunal Supremo de Brasil.
El hecho se dio en el año 2013 cuando Lula pidió fondos para la campaña de Bachelet.
Tres de cuatro jueces respaldaron reducir la condena del ex presidente por corrupción pasiva y lavado de dinero.
El presidente electo de Brasil aseguró que «quiero conversar con él, saber si hay interés. Si lo hay, con toda certeza será una persona de extrema importancia en un Gobierno como el nuestro».
El ex canciller de Brasil, Celso Amorim, se reunió con el Pontífice, quien le hizo preguntas sobre la situación en su país y respecto a cómo se ha dado toda la evolución política.
En su decisión, el magistrado André Nabarrete resaltó que a los ex presidentes se les otorgan «derechos y prerrogativas, no beneficios»,
La orden fue dictada por el juez Sergio Moro.
Fiscalía solicitó esta medida por la acusación que recae en su contra por el delito de «corrupción pasiva calificada».