A Luis Toledo, los torturadores, le amputaron dos dedos de una mano.
Los secuestradores pedían a su familia un pago de 100 mil dólares.
El ex secretario de Estado acusó que recibió presiones por parte de superiores para designar al ex fiscal del caso Caval como notario de San Fernando.
Decisión se gesta luego que este domingo, el ministro de Justicia, Hernán Larraín, señalara que la designación de Toledo sería retirada con el objetivo de ser analizada.