Mediante una carta dirigida al encargado papal de investigar estos casos en Chile, los alumnos expresaron que la casa de estudios era «ineficiente» para tratar estos temas.
Charles Scicluna explicó que su misión en Chile es «prestar una ayuda técnica y jurídica a las curias diocesanas de Chile, para que puedan dar respuestas adecuadas».
El sacerdote Jordi Bertomeu señaló a su llegada a Chile que «tenemos que estar muy expectantes de que las cosas irán muy bien”.
Objetivo del viaje es «avanzar en el proceso de reparación y sanación» de las víctimas de abusos sexuales cometidas por miembros de la Iglesia de Chile.