Con el mandato del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, a Berríos se le prohíbe “el ejercicio público del sacerdocio y todo contacto pastoral con menores de edad durante un período de 10 años”.
Subsecretario del Interior respondió de esta forma a las críticas del Servicio Jesuita a Migrantes, que denunció un «show mediático» detrás de estos operativos.