A pesar de que obtuvo una condecoración del gobierno, a él no le ofrecieron apoyo como a otros trabajadores y se vio obligado a trasladarse junto a su esposa e hijas a un albergue con una pensión de 180 dólares mensuales.
Richard Joseph transfirió $1,7 millones a un rent a car viñamarino para la compra de un vehículo, el que tenía encargo por robo.
Esto según una encuesta hecha en aquél país.
Al llegar al dormitorio de su hijo, lo halló dormido, pero su gato Opie había recibido la bala.