El sujeto fue devuelto durante la misma jornada a su país de origen.
A través de una declaración, señalaron que «en estas décadas se ha padecido mucho en nuestro pueblo». Además, calificaron lo ocurrido como «un sufrimiento desmedido».
La corte, con sede en Francia, estableció una indemnización de 30.000 euros para Portu y de 20.000 euros para Sarasola por «daños morales».
La Policía francesa localizó, en los ocho escondites entregados, 120 armas, tres toneladas de explosivos y miles de detonadores y cartuchos.