Héctor Palma fue puesto en prisión preventiva por considerar que no hizo nada para detener la golpiza de internos a dos imputados por el crimen de Margarita Ancacoy.
«Gracias a su ayuda logré salir vivo de esta situación”, dijo el imputado Cristián Romero respecto al gendarme Palma, quien se encuentra detenido por -presuntamente- no prestar ayuda.
El capitán lamentó que «matas a patadas, palos y luego te cagas de la risa», para luego pedir «avísenme a qué hora hay que ir a dejarle unas galletitas y un café a estos individuos».
Dos de los cuatro imputados, de nacionalidad ecuatoriana, que asesinaron a una mujer en el barrio República de Santiago, fueron torturados en el penal Santiago 1.