Una boa lamentó haberse tragado completo a un puercoespín debido a que terminó severamente lastimada por las púas.
Esta vez le toco ser la presa a un tiburón, aunque la creencia popular indica que ellos son los depredadores más feroces del océano. Estados Unidos.- Un grupo de aficionados a la pesca pasaban la tarde cerca de Key West, en las costas de Florida, cuando les tocó ser testigos de una asombrosa muestra de poderío en […]