La casa fue tomada el año 2022, siendo denunciados en la zona distintos actos delictuales, como lanzazos, robos con intimidación y tráficos.
La alcaldesa Hassler enfatizó la importancia de recuperar una casa tomada, “lo que implica tener barrios más seguros”.
Bomberos informaron que existe un riesgo de colapso de la estructura debido a la antigüedad de la construcción.
Comunidad, territorio y autogestión son los tópicos que marcan el trabajo de este espacio porteño.