Siete unidades de Bomberos trabajaron en la emergencia, la que se vio complicada debido al difícil acceso al lugar, la falta de agua y la extensión de las llamas a una zona forestal.
Fue mediante los datos grabados en uno de los vidrios del vehículo con los que se pudo constatar su encargo vigente por robo.
Niños y adolescentes llegaron al hospital debido a fuertes dolores, por lo que tuvieron que confesar lo que habían hecho con el animal.