El templo está emplazado junto al Hogar de Cristo –obra del santo chileno– y la parroquia Jesús Obrero, lugar donde fue velado y sepultado el sacerdote jesuita en 1952.
El Santo Padre continuó su análisis diciendo que «uno de los problemas que enfrenta nuestra sociedad hoy es el sentimiento de orfandad, que no pertenecemos a nadie».
El Santo Padre reconoció ante religiosos que la Iglesia Católica actualmente vive «momentos de turbulencia», pero les pidió que sigan adelante con su misión.
El Sumo Pontífice llegó a las 17:15 horas al templo, el que es considerado por la Iglesia Católica como el más importante del país.
El Sumo Pontífice indicó a las mujeres presas que «ser privado de libertad no es lo mismo que estar privado de dignidad, que no se toca. La dignidad se contagia más que la gripe».
Además, la reclusa Jeanette Zurita pidió perdón a la sociedad y a quienes hirieron con sus delitos.
La capacidad del Centro Penitenciario de Santiago, ubicado en la comuna de San Joaquín, es para 1.080 reclusas, pero su población actual supera las 1.200 internas.
En este recinto se encuentran las mujeres privadas de libertad, mientras están puestas a disposición del Tribunal, prisión preventiva y condenadas al cumplimiento de penas privativas de libertad.
El sacerdote jesuita calificó como «una provocación» la presencia del obispo de Osorno, quien es acusado de encubrir los abusos sexuales de Fernando Karadima.
Consultado acerca de si su presencia en el parque O’Higgins opacaba al Papa Francisco, Barros sostuvo que el Santo Padre «es grandísimo y su visita es de un provecho enorme».
Obispo de Osorno es acusado de encubrir los abusos sexuales cometidos por el sacerdote Fernando Karadima.
El arzobispo de Santiago le pidió que «bendiga a los niños y jóvenes de nuestra ciudad y de nuestra patria, a los enfermos y a quienes sufren en su espíritu».
Con claros mensajes por la paz y la justicia, el Papa Francisco dedicó su homilía a todas aquellas personas que luchan día a día por conseguir este propósito.
Un grupo de 250 personas se congregó en las inmediaciones del parque O’Higgins para manifestarse contra la visita del Papa Francisco a nuestro país.