En el Congreso de Valparaíso, la comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados aprobó el veto presidencial que el ejecutivo había realizado a la reforma laboral. Por ocho votos a favor y cinco en contra, la decisión parlamentaria suprime los pactos de adaptabilidad sobre jornadas y horarios.

La Ministra del Trabajo y Prevision Social, Ximena Rincón, se mostró «conforme» con la decisión y remarcó que esta decisión apunta a «Temas que debían regularizarse por desequilibrios que provocó requerimiento de la oposición al Tribunal».Desde la Democracia Cristiana, el Diputado de la colectividad Patricio Vallespín, sostuvo que el veto equilibra los derechos entre trabajadores y empleadores, además de fortalecer los derechos colectivos de todos los chilenos. Por su parte, el Diputado UDI Patricio Melero criticó la decisión y aseguró que: «se ha optado por el peor camino de una forma muy irresponsable».

Uno de los temas que causaba revuelo en todos los sectores políticos era la ambigüedad en la que quedan los grupos negociadores y los sindicatos dentro de la reforma, respondiendo desde el ejecutivo que los pasos a seguir en este sentido quedarán en manos del Tribunal Constitucional.
“Estamos dispuestos a explorar un cambio constitucional, si la oposición quiere que conversemos en serio de cambios en materia laboral, necesitamos un marco constitucional”, señaló la ministra Rincón.