Sam Ray se encontraba solo cuando un coche que estaba arreglando cayó sobre él. En medio de la emergencia recordó que su teléfono estaba en su bolsillo trasero.

El joven logró con el peso de su cuerpo apretar el botón que activa el sistema de asistencia de voz conocido como Siri para llamar a los servicios de emergencia. El operador que recibió la llamada de Ray pensó en un principio que se trataba de una equivocación, pero después logró escuchar las llamadas de auxilio.

El operador de emergencias logró dar con la ubicación de la casa de la víctima rastreando la señal de su teléfono. Los bomberos llegaron pocos minutos después y lograron sacar a Ray de debajo del coche y llevarlo a un hospital cercano. El peso del coche le causó fracturas en varias costillas, algunas fisuras en un riñon y una quemadura en su brazo izquierdo.

El joven admitió que antes del accidente quería cambiar su móvil, pero  tras lo ocurrido continúa con el que tenía el día del accidente, según publica el diario BBC Mundo.