viernes 19 septiembre de 2014 | Publicado a las 12:41 pm · Actualizado a las 12:41 pm
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Historias de fonderos: el renacer de una familia que perdió todo con incendio en Valparaíso
Eliana Ramos recuerda que el momento más duro que ha debido enfrentar fue cuando en 2013 perdió su hogar tras un incendio en Rodelillo. Pese a esto, su fonda la hizo surgir. Christian González G. Fiestas Patrias de 1984. Eliana Ramos ayudaba a su marido a montar el escenario, las mesas y sillas de “La […]
Eliana Ramos recuerda que el momento más duro que ha debido enfrentar fue cuando en 2013 perdió su hogar tras un incendio en Rodelillo. Pese a esto, su fonda la hizo surgir.
Christian González G.
Fiestas Patrias de 1984. Eliana Ramos ayudaba a su marido a montar el escenario, las mesas y sillas de “La lotería del chico Lucho”, una pequeña fonda al interior del Parque Alejo Barrios del cerro Playa Ancha, en Valparaíso, que –por esos años- sólo reunía a una decena de personas en torno a los cartones del famoso juego de azar y a los número que el cantor pronunciaba. En esa época, las condiciones eran paupérrimas, como asegura la mujer, tanto en materia de seguridad como de la misma higiene del personal y del público.
30 años después. Antesala de las Fiestas Patrias 2014. Eliana Ramos permanece sentada a escasas 24 horas de dar el “vamos” a la gran celebración de septiembre en nuestro país. El escenario, las mesas y sillas ya fueron ubicadas por sus hijos y trabajadores. “La lotería del chico Lucho”, durante estas tres décadas, pasó de ser un humilde espacio de 2×2 metros a uno de 300 metros cuadrados con más de 60 mesas, donde incluso han recibido a casi 400 personas.
“Todo comenzó cuando quisimos hacer una especie de negocio con mi marido, entonces nos pusimos con un pequeño puesto acá en el Alejo Barrios donde vendíamos números de lota. Al principio era difícil porque no teníamos luz, no teníamos agua ni menos baños para hacer nuestras necesidades. También el tema de la seguridad era muy deficiente porque antes se veían peleas todos los días y a cada rato. Ahora el tema está un poco más controlado por suerte”, dijo Eliana Ramos, mientras observaba cómo afinaban los últimos detalles de la obra gruesa de su fonda.
Durante estos 30 años, la dueña de esta fonda (que es una de las más grandes de la ramada porteña) ha debido lidiar con el éxito y también con el fracaso. Así, recuerda momentos en que las ventas no fueron lo que esperaba y terminó endeudaba y con más de algún dolor de cabeza; pero también recuerda los buenos momentos, como los vividos el año pasado donde los números fueron azules desde todo punto de vista, dejando satisfechos a todos, quienes meses antes, perdieron todo con el incendio registrado en Rodelillo el 14 de febrero de 2013.
Eliana Ramos recuerda que “ese momento fue duro porque mi marido perdió todos sus autos, la casa, los recuerdos. Se nos fue gran parte de nuestra vida con el fuego, así que ese año fue particularmente doloroso para nosotros, pero al momento de tomar la decisión de ponernos nuevamente con la fonda, lo hicimos y fue muy bueno porque fue uno de los mejores años. Tuvimos lleno todos los días y realmente con eso pudimos arreglar el año que empezó realmente muy mal”.
Recordemos que pasadas las 3 de la tarde del 14 de febrero de 2013, los trabajos de construcción que se hacían en un terreno de San Roque, en la parte alta de Valparaíso, originaron que una chispa hiciera brotar fuertes llamaradas, las que producto del viento se propagaron con velocidad por el sector, llegando incluso a afectar a los aledaños cerros Placeres y Rodelillo. En aquella oportunidad, fueron 294 las casas que presentaron daños y más de mil personas quedaron damnificadas, incluida la familia de Eliana y Luis.
Cigarro en mano y con la vista de un lado a otro cerciorando que “los muchachos”, como le dice a los trabajadores, estén haciendo las cosas tal y como ella espera, Eliana relata cómo es el día a día en “La lotería del chico Lucho”. “Acá la gente llega temprano, en la mañana ya tenemos a algunas personas que vienen a probar suerte, pero claro que las noches son más fuertes porque se llena. La gracia de esta fonda es que con poco dinero se puede pasar muy bien y además se puede llevar premios que son muy útiles para la casa”.
Por sólo 500 pesos, se tiene derecho a un cartón, el que se va rellenando a medida que el cantor va diciendo los números. Los cuatro ganadores por sorteo, puedes escoger entre artículos de aseo, para la casa como loza, ollas o una ponchera y también pueden optar al máximo premio que consisto en un juego de loza de 30 piezas. “Los premios hemos tratado de mejorarlos (ríe) porque antes regalábamos unos monos que estaban rellenos de plumavit, que eran súper famosos, pero no valían nada”, aclara.
Historias de esfuerzo y sobre todo, de tradición, hay por montones en la gran ramada del Parque Alejo Barrios de Playa Ancha. Desde la entrada principal (por el sector de la Universidad de Playa Ancha), uno de los primeros puestos que se encuentran es el de Sabrina Murillo y familia: “La copa”. Cinco años ubicados en el mismo lugar, la joven explicó que antes sus padres tenían fondas en el terreno y que con el paso de los años fueron traspasando la tradición a los hijos, que son los que justamente hoy dan vida a este nuevo emprendimiento.
“Mis papás comenzaron con esto, pero ahora empezamos nosotros los hijos. Somos cinco hermanos, pero solo dos seguimos la tradición. Mis viejos nos dicen tenemos que luchar por lo de nosotros, por tener nuestras cosas, que es una posibilidad de ayudarnos económicamente y de salir adelante. A mis papás les iba bien, e incluso tenían empresas que los apoyaban. Ahora venderemos alcohol, comida, juguetes y hasta recarga de teléfonos. La gracia de nuestro negocio es que siempre tendremos los precios más bajos, aunque sea de 50 pesos”, contó la joven playanchina.
Pero no sólo de Valparaíso vienen los fonderos que darán vida a las Ramadas de Valparaíso. Viña del Mar, Quilpué, Villa Alemana e incluso San Antonio también tienen sus representantes en el campo de tierra que como vecinos a la UPLA hacia el sur y a la Escuela Naval hacia el norte. El sanantonino Juan Murúa ha elegido a la Ciudad Patrimonial hace 12 años para realizar su pequeño emprendimiento de frutas confitadas, la fonda “Al lado de la Maquita”.
“Me gusta mucho el ambiente que se genera acá en Playa Ancha para las Fiestas Patrias, porque la gente es muy amable y además que las ventas son muy buenas. Por algo llevo acá 12 años trabajando. Lo que ofrecemos en el local es frutas confitadas como piñas, frutillas, manzanas, plátanos, también ofrecemos maní. No vendemos ni comida ni alcohol, así que la gente nos prefiere más durante el día y hasta la 1 de la mañana las ventas son muy buenas. Por una cosa obvia, la gente compra otras cosas pasada esa hora”, dijo Murúa.
Viña del Mar es la segunda comuna con más fonderos tras Valparaíso. El por qué de esto no se encuentra necesariamente en la cercanía que tienen ambas ciudades, sino que el cobro que Sporting Club (lugar donde se realizan las fondas en la Ciudad Jardín) va a realizar a los asistentes de 2.500 pesos por persona, los llevó a pensar que el público que llegará hasta el recinto hípico va a ser mucho menor a años anteriores, razón por la cual optaron por trasladarse hasta la Ciudad Puerto.
Valparaíso, por su parte, no cobrará por el ingreso de los asistentes al Parque Alejo Barrios. En materia de seguridad se informó que habrá dos cámaras de televigilancia, además de dos vehículos permanentes de la Policía de Investigaciones (PDI) y un dispositivo de la Brigada Antinarcóticos de la misma policía. En tanto, Carabineros contará con una sub-comisaría con 40 funcionarios que trabajarán en tres turnos, además de una guardia para menores. Recordar que en el lugar se podrá estar hasta las 4:30 de la madrugada.