Este martes 30 de julio, la organización Templo de Satán: Satanistas y Luciferinos de Chile solicitó ante el Ministerio de Justicia su reconocimiento legal como asociación religiosa.

Esta solicitud, de ser aprobada, convertiría a esta organización en la primera de su tipo en obtener un estatus legal en Latinoamérica.

“Este día es un día histórico,” afirman los líderes de la agrupación. “Al solicitar nuestro registro, seríamos el primer Templo, al menos en América Latina, en estar formalmente constituidos.”

Asimismo, deslizaron que “Con este registro pretendemos diferenciarnos de conventículos y cultos no reconocidos que, con sus prácticas y sus acciones, dañan la imagen de las tradiciones paganas en lo general y del satanismo en lo particular”.

A través de un reportaje de Radio Biobío, los miembros del Templo han subrayado que no practican sacrificios humanos ni maltrato animal, y no adoran al diablo en el sentido tradicional. En cambio, se describen como renegados de la Iglesia Católica y promotores de la libre determinación de la personalidad.

Sus reuniones, que incluyen oraciones y rituales frente a un altar con velas, calaveras y candelabros, se realizan tanto presencialmente como a través de conexiones telemáticas. A pesar de su estética oscura, los miembros aclaran que fuera de su culto son ciudadanos comunes: bomberos, técnicos en enfermería, estudiantes y publicistas.

“Esto no es un devaneo o un dislate; es el resultado de muchos años de trabajo coordinado, juntas, reuniones, visitas con abogados, discusiones, intercambios de ideas y más,” explican los líderes del movimiento.