En la Plaza Sotomayor de Valparaíso, frente al Monumento «A los Héroes de Iquique», se efectuó el acto central de conmemoración del 135º Aniversario de la Epopeya Naval de Iquique y Punta Gruesa, ceremonia que fue presidida por la Presidenta de la República Michelle Bachelet Jeria.

Al homenaje de las Glorias Navales de nuestra Patria asistieron, como es tradicional, las más altas autoridades del país, además de invitados nacionales y extranjeros, junto al Alto Mando Naval encabezado por el Comandante en Jefe, Almirante Enrique Larrañaga Martin.

Luego del ingreso de las Fuerzas de Presentación a la Plaza Sotomayor, se efectuó la Misa de Campaña, oficiada por el Obispo General Castrense, Monseñor Juan Barros Madrid, acompañado por el Cuerpo de Capellanes de la Armada.

Con el arribo de la Presidenta Bachelet se dio inicio a la ceremonia que recordó la hora exacta en la cual el 21 de mayo de 1879, la Corbeta «Esmeralda» se hundió en las aguas de la rada de Iquique, esto es, a las 12.10 horas. Durante este significativo momento, los honores de pito, corneta, cañón y el repique de la campana original del histórico buque, rendían un sentido recuerdo de la heroica gesta naval del Comandante Arturo Prat Chacón.

El Comandante en Jefe de la Armada, Almirante Enrique Larrañaga Martin, en su discurso por un nuevo aniversario de las Glorias Navales, recalcó la importancia de esta fecha para la ciudadanía: “el 21 de mayo, es mucho más que un hecho puntual en nuestra historia, es un factor constitutivo de nuestro ser nacional, pues resalta, ilumina y enriquece los valores que sustentamos. El Combate Naval de Iquique, marcó una constante de nuestra idiosincrasia: “transformar las circunstancias adversas en un factor de unidad y crecimiento nacional”.

Indicó también que “la Armada de hoy es una que abraza principios y valores, y que venera a sus héroes como gesto de reconocimiento y de gratitud. Una institución que pone a disposición de la Patria sus capacidades, potencialidades y por sobre todo su voluntad para navegar como parte activa del país y así alcanzar los puertos seguros que las circunstancias nos demanden y que nuestros héroes nos mostraron en forma preclara en la convicción que esta voluntad favorecerá los intereses del país y de sus hijos”.

Agregó además que: “con esa visión podemos afirmar con orgullo que somos una Marina que asume con entusiasmo las tareas que el Estado le encomienda, que acoge seres humanos valiosos, de distinto origen y condición social, impregnados de carácter y patriotismo, que incorpora los desafíos tecnológicos y se adapta a las exigencias que el entorno demanda, sin que nada de eso signifique renunciar a nuestro glorioso pasado”.

Destacó la labor realizada por el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada durante el terremoto y tsunami que afectó a la zona Norte, así como también el despliegue de las Unidades y Reparticiones tanto en esa catástrofe como en el incendio que afectó a Valparaíso. En ambas situaciones, la Marina colaboró activamente en el resguardo del orden público y en la remoción de escombros.

Una vez finalizado el discurso del Almirante Larrañaga, se procedió a la colocación de ofrendas florales por parte de la Policía de Investigaciones, Carabineros, Fuerza Aérea, Armada, Ejército, Corte Suprema, Congreso Nacional y Presidencia de la República, luego de lo cual la Presidenta Bachelet, acompañado por el Ministro de Defensa Jorge Burgos y el Almirante Larrañaga, efectuaron una visita a la Cripta de los Héroes, donde descansan los restos del Comandante Arturo Prat y 21 marinos de la «Esmeralda» y la «Covadonga», que combatieron en Iquique y Punta Gruesa.

Finalmente, poco antes de las 13 horas se dio inicio al desfile, encabezada por el Jefe de las Fuerzas de Presentación, Contraalmirante Víctor Zanelli Suffo. Desfilaron 705 efectivos de la Armada de Chile; 336 de la Escuela Naval «Arturo Prat»; 330 del Ejército; 192 de la Fuerza Aérea y 334 de Carabineros. En total, desfilaron 1.897 efectivos, de los cuales 286 fueron mujeres.

Una vez finalizado el desfile, se les ofreció a la Presidenta Bachelet y a las principales autoridades el tradicional brindis de chicha en cacho, tras lo cual se efectuó el saludo de estandartes de clubes de cueca, que dio término a la ceremonia.