Apenas el imponente avión cisterna DC-10 Ten Tanker se posó sobre la losa del Aeropuerto Andrés Sabella de Antofagasta, se activaron todos los protocolos aduaneros para que su ingreso a Chile fuera expedito y pudiera continuar viaje a su destino final en la Región del Biobío, donde era esperado por el Presidente Gabriel Boric, convirtiéndose inmediatamente en una de las principales herramientas para combatir los incendios forestales que han consumido extensas zonas rurales y urbanas del centro-sur del país.

Tal como ha ocurrido en situaciones similares, como la pandemia, el Servicio Nacional de Aduanas está utilizando diversas medidas de contingencia para apoyar en los procesos de comercio exterior, la declaración de Estado de Excepción Constitucional de Catástrofe para las regiones de Ñuble, Biobío y Araucanía.

Esto significa que las Aduanas de todo el país aplican la normativa para recibir donaciones en el marco de la ley N°16.282 -que fija disposiciones para casos de catástrofe-, e implementan la Declaración de Admisión Temporal Simplificada para Emergencias (DATSE) y las diversas franquicias contenidas en la Sección 0 del Arancel Aduanero Nacional o en leyes especiales.

“En situaciones como las que actualmente está viviendo el país, todas las instituciones del Estado nos ponemos a disposición para apoyar los procesos de emergencia que corresponda. En nuestro caso, nos preocupamos de que todas las ayudas que llegan desde el extranjero ingresen rápidamente para que estén disponibles para el combate de los incendios forestales, ya sean las aeronaves propiamente tal o los pertrechos y herramientas especializadas que usan los brigadistas extranjeros que hasta ahora han llegado desde Argentina, España y México”, destacó la Directora Nacional de Aduanas, Alejandra Arriaza Loeb.

En el caso del Ten Tanker, el primer chileno en tener contacto con el avión y su tripulación fue el funcionario de la Aduana Regional de Antofagasta, Francisco Curiqueo León (62 años), a quien les correspondió tramitar la DATSE y revisar físicamente la aeronave, proceso que lo emocionó porque él tiene familiares y amigos que están siendo amenazados por las llamas.

Curiqueo explicó que “tengo un terreno y todos mis ancestros son del sector más costero de Puerto Saavedra. Sentí mucha alegría porque se trata de una nave que nos viene a ayudar frente a estas emergencias. Asimismo, me llamó la atención las dimensiones y las bodegas para el agua son impresionantemente grandes”.

Mientras dure la emergencia, los funcionarios y funcionarias de todas las Aduanas de Chile tienen como prioridad activar con celeridad todos los protocolos de ingreso al país de mercancías o productos que tengan por objetivo colaborar con el combate de los incendios forestales.