PSUA pocos días que miles de estudiantes de todo el país deban rendir la Prueba de Selección Universitaria (PSU), un factor importante a considerar para mejorar el rendimiento, y que muchas veces no se toma en consideración, es el nutricional.

Muchos estudiantes comienzan a sentir la presión de fin de año, exámenes, últimas pruebas y sobre todo rendir la PSU, donde muchos se juegan su futuro y expectativas.

La ansiedad que este examen les provoca a muchos jóvenes les produce periodos de falta de apetito, evitando el consumo de nutrientes como proteínas, vitaminas, sales minerales, fibras. Asimismo, el estrés de esta etapa hace que muchos jóvenes opten por una alimentación desordenada, tanto en horarios como en calidad, consumiendo exceso de productos ricos en azúcares y grasas saturadas, además de aumentando el consumo de alcohol, llegando en algunos casos a nocivos excesos.

De acuerdo a lo explicado por Claudia Encina Vega, Directora de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad Santo Tomas de Viña del Mar, todas estas decisiones influyen en un rendimiento ya que “diversos trabajos sugieren que los jóvenes bien nutridos, favorece la atención, mejora el comportamiento y el control emocional, disminuyendo además la ansiedad”.

En este sentido, al especialista agrega que importancia relevante la tiene el desayuno dado que “aporta el 25% de los requerimientos totales, es decir alrededor de 450 a 550 Kcal si consideramos una alimentación saludable y balanceada. Su omisión o la ingesta de un desayuno deficiente puede repercutir en las actividades físicas e intelectuales, como la disminución de la atención y rendimiento académico, especialmente en las primeras horas de clases”.

CLAUDIA ENCINA

Ante esto, la académica de la UST de Viña del Mar, agrega que si tenemos en cuenta que una la mayor parte de la PSU se rinde durante la mañana y en más de un día, es fundamental un buen desayuno que incluya “los nutrientes apropiados como lácteos de preferencia descremados y sin azúcar, acompañados de hidratos de carbonos complejos como avena ( 2 cucharadas soperas), pan de preferencia integral por su fibra incorporada o de lo contrario media unidad de marraqueta sin miga, acompañada de jamón desgrasado , palta , quesillo o huevo revuelto ( sin aceite) , evitando la mantequilla o margarina. Si el tiempo es escaso dejar preparado la noche anterior yogurt sin azúcar con avena y fruta para ser consumido en el trayecto”.

En cuanto a las colaciones, Claudia Encina agrega que estas “de preferencia deben ser frutas, barritas de cereales o yogurt, que deben aportar entre 70 a 90 Kcal, y deben estar presente entre 2 a 3 veces al día. El almuerzo debe ser liviano con aporte de proteínas bajas en grasa, como pescado, pollo o legumbres idealmente acompañado de verduras crudas y/o cocidas con aderezos naturales o aceite de oliva cuidando su porción, no más de una cucharada sopera.

En cuanto a la once o cena “debe realizarse eligiendo alimentos similares a los mencionados anteriormente no sobrepasando las 550 Kcal. Es importante destacar que existen muchos estudios que evidencia que los estudiantes de educación superior presentan un importante desconocimiento en temas alimentarios, por lo tanto los cambios de conducta se deben efectuar en forma progresiva y sostenida en el tiempo”.

Finalmente, la directora de la Carrera de Nutrición y Dietética de la UST de Viña del Mar explicó que lo ideal es que este régimen alimentario se prolongue en el tiempo y sea seguido no solamente los días en que se rinde la PSU o alguna prueba importante, sino que se adoptado como un hábito de vida saludable.