El Arzobispado de Santiago, mediante un comunicado, informó conocer las primeras denuncias en contra del presbítero incardinado Tito Rigoberto Rivera Muñoz en el año 2011, mediante una denuncia recibida a través de la pagina web de la iglesia chilena.

«El 1 de agosto de 2011 se recibió vía correo electrónico desde la página web de Iglesia.cl noticias contra el presbítero Rivera Muñoz por eventual abuso de menores. Consta en el expediente que, hechas las averiguaciones del caso, no fue posible contactar a la denunciante».

En relación a las publicaciones en medios informativos sobre hechos denunciados contra el presbítero Rivera Muñoz, informamos que -además de la condena canónica, que fue ejecutada en septiembre de 2018 en su contra- se iniciará una revisión exhaustiva para esclarecer todos los antecedentes que han sido conocidos públicamente. Las conclusiones de dicha revisión se comunicarán oportunamente a la ciudadanía.

El comunicado añade que: El 18 de marzo de 2015, la Oficina Pastoral de Denuncias (OPADE),  recibió una denuncia de una persona mayor de edad en contra del mencionado presbítero. El 7 de abril de 2015, en base a esta denuncia, se dio inicio a la investigación previa, estableciéndole medidas cautelares.

En agosto de 2015 el Arzobispo de Santiago respondió a una petición de la Nunciatura efectuada el 28 de julio de 2015, respecto de entregar los antecedentes del caso. Se remitió la siguiente documentación: investigación previa, otros documentos del archivo y el parecer de dos asesores canónicos.

La investigación previa se amplió con nuevos antecedentes que se proporcionaron a la Policía de Investigaciones de Chile (PDI), que incluían la eventual sustracción de especies de culto.

 

El Arzobispado de Santiago informó a la PDI, con fecha 5 de junio de 2015, la residencia del presbítero Rivera Muñoz y el desarrollo de una investigación canónica.

A solicitud del Arzobispado de Santiago, la Congregación para la Doctrina de la Fe de la Santa Sede, el 21 de septiembre de 2016, dio nuevas instrucciones para proseguir la investigación previa y dar inicio a un proceso administrativo penal.

El 11 de noviembre de 2016 se cierra la investigación previa y se inicia el proceso administrativo penal, que concluyó con el Decreto Condenatorio con fecha 16 de agosto de 2018.

Con esa misma fecha, en presencia del Arzobispo de Santiago, se definió el proceso administrativo penal, determinándose que el presbítero es “culpable de delitos en contra del Sexto Mandamiento del Decálogo continuados en el tiempo con escándalo, con personas mayores de edad, tal y como lo especifica el canon 1395§1 CIC”.

Por último, añade el comunicado, se ha tomado conocimiento de una demanda judicial en contra del Arzobispado de Santiago, la cual aún no ha sido notificada a la institución.