El gobierno de Egipto informó este fin de semana del hallazgo de una tumba de 4,400 años de antigüedad en buen estado de conservación y con una pigmentación de vivos colores, que pertenecía a un sacerdote de la corte del faraón Nefer-Ir-Ka-Re, de la V dinastía.

Fue encontrada en una cresta enterrada en la antigua necrópolis de Saqqara y se mantuvo intacta, dijo Mostafa Waziri, secretaria general del Consejo Supremo de Antigüedades a reporteros en el lugar. La funcionaria describió el hallazgo como «único en su clase en las décadas recientes».

Ubicada a los pies de las pirámides de Saqara, de las más antiguas del mundo, está decorada con frescos de vivos colores y 24 estatuas en nichos en las paredes que representan al sacerdote, llamado Wahtye, su mujer y otros familiares.

Las ilustraciones de las paredes del enterramiento muestran escenas cotidianas de la fabricación de la cerámica y el vino, ofrendas religiosas, actuaciones musicales, la fabricación de muebles funerarios, la caza de aves y barcos navegando.

El ministro de Antigüedades de Egipto, Jaled al Anani, dijo que es la tumba «más bella» descubierta este año y destacó su «excepcional» estado de conservación.

La tumba, de diez metros de profundidad y tres de ancho, fue descubierta el pasado noviembre por una misión egipcia que trabaja en una necrópolis dedicada a animales, ubicada a las afueras de El Cairo.

Durante los trabajos, los arqueólogos lograron quitar los escombros y descubrieron un bajorrelieve en el dintel de la parte superior de la entrada, donde están grabados, en escritura jeroglífica, los nombres y cargos del difunto Wahtye.

Entre sus sobrenombres más importantes, consta el de sacerdote de la purificación real, supervisor del palacio divino, inspector del templo del rey Nefer-Ir-Ka-Re e inspector del barco sagrado.

El gobierno egipcio está anunciando descubrimientos de tumbas y otros hallazgos de la época faraónica todas las semanas, para tratar de incentivar el turismo en el país.