El Banco Central de Argentina (BCRA) subió los tipos de interés del 45% a un 60%, con el objetivo de intentar frenar el desplome del peso en aquel país, que sólo durante este año lleva contabilizado una pérdida del 102% frente al dólar y de un 96% frente al euro.

Pese a que el Gobierno de Mauricio Macri envió un mensaje de tranquilidad a los argentinos, la sociedad trasandina vive horas de incertidumbre ante los vaivenes que registra su moneda, situación que se debe a la alta inflación que existe en el vecino país.

El jefe de Gabinete del Gobierno trasandino, Marcos Peña, indicó que «no creemos que estemos ante un fracaso económico ni mucho menos. Argentina va a salir fortalecida de este proceso porque estamos tomando todas las medidas necesarias para resolver los ajustes estructurales de nuestra economía».

El peso argentino se depreció un 10,72% respecto al dólar y quedó en $38,20 para la venta y $37 para la compra; esto, desde la apertura de mercados y tras una pequeña recuperación por la intervención de la entidad emisora.

Ante ello, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, sostuvo que «en estos momentos de dificultades, aquellos que tenemos responsabilidad política tenemos que tener templanza, seguridad y poder de alguna manera transmitir confianza».