Según informó Dave Litton, jefe de la localidad de Hamilton de Nueva Zelanda, una mujer en estado de sonambulismo condujo 300 kilómetros en unas cinco horas y envió varios mensajes de texto con su teléfono móvil.

La mujer, que padece un trastorno del sueño y que hace diez meses ya condujo sonámbula durante varios kilómetros, dijo que no recordaba nada después de que fuera encontrada delante de su antigua casa de playa en Mount Maunganui.

“Su primo la encontró dormida, tumbada encima del volante”, dijo Litton y añadió que “cuando se despertó no recordaba nada de lo ocurrido durante la noche así que hemos solicitado una orden urgente que le prohíba conducir y para que reciba tratamiento médico que le permita conservar el permiso de conducir”.

Una llamada de un amigo alertó a la Policía de que la mujer había tomado somníferos y había salido conduciendo de su casa. A partir de allí, los agentes siguieron el coche tras localizarlo a través del teléfono móvil de la mujer.

“Aunque es un alivio que fuera encontrada a salvo, el potencial de que hubiera una tragedia ha sido enorme”, dijo Litton.

“Pedimos a las personas que toman medicamentos que sean honestos con sus médicos y pidan consejo si la medicación les afecta a la capacidad para conducir”, concluyó el agente.