Durante esta jornada de miércoles, el Presidente de la República, Gabriel Boric, encabezó la ceremonia de conmemoración de los 51 años del Golpe de Estado de 1973.

En la oportunidad, el mandatario recordó a las víctimas de la dictadura cívico-militar y llamó a la reflexión sobre los acontecimientos ocurridos durante dicha época.

En este contexto, Boric indicó que “Hoy en la mañana, confieso haberme entristecido, no sé si sorprendido, de ver en un diario de circulación nacional una entrevista al jefe de bancada de un partido de la derecha chilena, la UDI, donde señalaba que no tenía por qué hacer ningún mea culpa como partido porque las causas estaban en proceso judicial, como sí lo político no fuera importante”.

“Pero sobre todo lo preocupante es que decía una vez más que el 11 de septiembre era inevitable y la única salida. Yo quiero decir no a él en particular, sino a todos los chilenos y chilenas, que la muerte, la desaparición, el exterminio de compatriotas por pensar distinto, el término de la democracia y el bombardeo a La Moneda, nunca es la última alternativa”, comentó el jefe de Estado.

En esta misma línea, agregó que “Las violaciones a los derechos humanos comenzaron en ese momento cero y son indivisibles del golpe de Estado de aquel día”.

Asimismo Boric señaló que “Quienes dicen que hay que dar vuelta la página, que esto es extemporáneo, que se trata de revivir odios del pasado, desde mi humilde punto de vista están equivocados. Porque acá tenemos una tarea pendiente de la cual el Estado de Chile debe hacerse cargo”, afirmó.

Finalmente, el mandatario dirigió unas palabras a las agrupaciones de Derechos Humanos del país: “Quiero rendir un sentido homenaje en mi condición de Presidente de la República y a nombre de Chile a las agrupaciones de sobrevivientes, a las agrupaciones de familiares y a las agrupaciones de derechos humanos. Sin ustedes, sin su digna porfía no hubiese sido posible avanzar en verdad, en justicia y en la construcción de una cultura de respeto a los derechos humanos que sea capaz de traspasar las generaciones. Sabemos que el pasado no se puede modificar, pero sabemos también que se puede aprender de él y que los derechos humanos se deben respetar siempre, en todo lugar, sin importar el signo político del gobierno de turno (…) A 51 años del Golpe de Estado renovamos nuestro compromiso: democracia y derechos humanos siempre, en nuestra patria y en todos los pueblos del mundo”.