La selección chilena sufrió una de sus derrotas más dolorosas al caer 1-2 frente a Bolivia en el Estadio Nacional, un resultado sin precedentes en competencias oficiales. Bolivia, que llevaba 31 años sin ganar un partido fuera de casa y no vencía a Chile desde un amistoso en 1994.

En este sentido, la situación para Chile era compleja dado que llegaba con la necesidad de sumar, tras una larga sequía de victorias en partidos oficiales.

El esquema planteado por el técnico Ricardo Gareca no logró revertir la mala racha. A pesar de contar con Ben Brereton desde el inicio, este fue reemplazado al minuto 30, mientras que Vicente Pizarro, que también fue titular, no consiguió mejorar el rendimiento del equipo.

De esta manera, Bolivia aprovechó los espacios y se adelantó a los 12 minutos con un gol de Carmelo Algarañaz, tras un error en la marca de Matías Catalán. La “Roja” reaccionó y logró empatar al minuto 38 con un gol polémico de Eduardo Vargas, quien le quitó el balón al portero Carlos Lampe, que acusaba una lesión.

Sin embargo, la alegría chilena duró poco, ya que al minuto 45, Miguelito puso el 2-1 definitivo.

A pesar de los cambios realizados por Gareca en el segundo tiempo, Chile no encontró soluciones ofensivas claras. El equipo se mostró sin ideas y sin capacidad de sorprender a la defensa boliviana, limitándose a centros y aproximaciones sin mayor peligro.

Con este resultado, Chile queda a cuatro puntos del repechaje y enfrenta dos desafíos complicados en la próxima fecha: Brasil en casa y Colombia en Barranquilla.

Aunque las matemáticas aún permiten soñar con la clasificación, el nivel mostrado ante Bolivia deja dudas sobre el futuro del equipo en esta clasificatoria.