En tan sólo una temporada, el programa familiar de Rafael Araneda y Marcela Vacarezza ha logrado lo que pocos espacios digitales consiguen: conectar profundamente con su audiencia y consolidarse como un fenómeno del streaming en Chile.

El canal de YouTube (@tenemosquehablartv) de esta entrañable familia ya se acerca rápidamente a los dos millones de visualizaciones. Sin duda, una amplia aceptación por parte del público chileno, respaldada además en los cientos de comentarios positivos en cada video, factores que han llevado a “Tenemos que hablar” a posicionarse como una de las propuestas digitales más exitosas del año.

Su temporada inaugural de 8 capítulos, que comenzó como una ventana íntima a la vida de los Araneda-Vacarezza en Estados Unidos, mostrando desde temas cotidianos hasta momentos significativos, ha captado la atención del público nacional con su autenticidad y frescura. Explorando desde la dinámica familiar en la crianza hasta anécdotas personales como la boda de la pareja o la visita de la popular Pamela Díaz, “Tenemos que hablar” ha ofrecido a su público una forma cercana y entretenida de estar presente en el día a día de esta reconocida familia chilena, y acompañarlos en sus videos de cada semana.

Cada episodio se convierte en un espacio único, lleno de humor y reflexión, donde temas como la convivencia en pareja, las relaciones entre padres e hijos y las experiencias cotidianas son tratados con un tono ligero y honesto. Estos mismos valores se traducen en una temporada que suma más de 1.889.000 visualizaciones, las que aumentan día a día aproximándose rápidamente a la apoteósica cifra de los dos millones. Y lo hace, principalmente, compuesta por una audiencia mayoritariamente femenina (80%), de entre 25 y 54 años.

En términos geográficos, no es de sorprender que el 87% de los espectadores sean de Chile, lo que se traduce en un vínculo intacto por parte del público chileno hacia los animadores y ahora también hacia toda su familia, a pesar de los miles de kilómetros que los separan de suelo nacional. Sin embargo, ha llamado la atención el hecho que un 10% de la audiencia total los ve desde Estados Unidos, respaldando así la creciente popularidad de la familia en lo que hace un par de años es su país de residencia.

Las métricas de lujo atestiguan el éxito de “Tenemos que hablar”: cada capítulo ha promediado más de 200 mil visualizaciones, con altos tiempos de vista, y reflejan que la cercanía y la autenticidad siguen siendo valores altamente apreciados por el público.

“Tenemos que hablar” no sólo ha conquistado al público por la popularidad de sus protagonistas, sino también por su formato innovador, que mezcla entretenimiento y realidad de una manera cercana y fresca. Este éxito convierte a la familia Araneda-Vacarezza en un referente de contenido digital en Chile, marcando tendencia, y dejando claro que en el mundo del streaming, la autenticidad es la clave.

Este domingo se emitió el último capítulo de la exitosa temporada estreno de “Tenemos que hablar”, y lo hizo con un tema que ha sido sistemáticamente motivo de un sinnúmero de preguntas para sus integrantes: la adopción de Benjamín, el pequeño que desde hace ya unos años alegra a la familia con sus “ojitos de aceituna”, bella sonrisa, y entretenidas anécdotas.

En la emotiva instancia la familia completa explicó la particular conexión que sintieron con el pequeño desde el primer momento, la cual fue creciendo hasta llevarlo a formar parte del clan, cambiando y alegrando sus vidas para siempre.

Es así como el programa finaliza esta primera temporada con un emotivo broche de oro, y nos invita a preguntarnos: ¿veremos a los Araneda – Vacarezza en una segunda temporada.