Gendarmería de Chile realizó más de cien allanamientos durante el mes de julio en los recintos penales de la región de Valparaíso, incautando una significativa cantidad de elementos prohibidos.

Al respecto, el director regional de Gendarmería, coronel Álvaro Millanao Valenzuela, entregó los detalles de los procedimientos efectuados en las unidades penales de la región señalando que: “Como resultado, se incautaron 585 armas cortopunzantes de fabricación artesanal, 153 teléfonos celulares y 55 cargadores para equipos móviles, lo que fortalece la seguridad de los establecimientos penitenciarios y representa un combate directo al crimen organizado.”

Además de los allanamientos en las celdas y espacios comunes, Gendarmería también incautó artículos prohibidos durante la revisión de encomiendas.

Estos procedimientos incluyeron la intervención de elementos ocultos que intentaban ser ingresados por familiares y amigos de los reclusos, aprovechando la oportunidad de enviar objetos permitidos para ocultar drogas y dispositivos móviles.

Uno de los casos más relevantes ocurrió en el Centro de Detención Preventiva de Quillota, donde se logró decomisar once teléfonos móviles, ocho cargadores, tres cables USB, dos chips y diversas drogas escondidas en maderos.

“Destacamos el trabajo de la unidad penal de Quillota, donde se impidió el ingreso de estos artículos prohibidos,” subrayó Millanao, “facilitando información crucial para el trabajo de inteligencia que desarrolla nuestra Institución en la lucha contra la delincuencia”.

Finalmente, desde Gendarmería recalcaron que todos los hallazgos fueron reportados al Ministerio Público, el cual ordenó los procedimientos correspondientes.