Impactante. Así fue el regreso a los escenarios de la icónica cantante Celine Dion.

La cantante canadiense fue la encargada de cerrar con todo su talento la noche inaugural de los Juegos Olímpicos Paris 2024, nada más y nada menos que desde la torre Eiffel.

Con una emotiva versión de “Hymne A L’Amour” de Édith Piaf, Dion brilló tanto o más que la Ciudad de la Luz.

Ataviada en un deslumbrante vestido blanco y con los ojos emocionados, lo más probable, por estar cantándole no solo al amor, sino que al mundo entero, Céline, realizó una puesta en el escenario perfecta, con la voz firme, con su característica dulzura, demostrándonos que el amor y el coraje lo hace todo posible: así como lo es su retorno a los escenarios, lo que años atrás podría ser impensado.

Se trató de la primera actuación de Dion desde que canceló las fechas de su gira mundial Courage, poco antes de revelar su lucha contra el síndrome de la persona rígida.

Esta noche, no solo se dio inicio de forma oficial a los Juegos Olímpicos, esta noche fuimos testigos del triunfo de una mujer fuerte, del triunfo de la música. Esta noche fuimos testigos de un verdadero himno de amor.