Tras la desaparición en el mes de mayo de María Ercira Contreras, una de las hipótesis que más fuerza tomó fue la de una camioneta blanca con un presunto forcejeo en su interior.

Esta información fue recibida por Carla Hernández, nieta de la mujer de 85 años, el mismo día en que desapareció, abriendo la posibilidad de un posible secuestro.

A casi dos meses de la desaparición de la adulta mayor, Guillermo Sánchez, fiscal jefe de Limache, descartó la existencia de un vínculo entre la camioneta y María Ercira.

“En este caso, se realizaron diligencias por la Bicrim (Brigada de Investigación Criminal) de Limache para, en primer lugar, ubicar al propietario de ese vehículo y también para recabar mayores antecedentes de esa situación”, explicó Sánchez.

La investigación determinó que la testigo lo que presenció fue “en definitiva una persona de la tercera edad, un hombre, que al parecer padece Alzheimer y que estaba siendo trasladado en esta camioneta”, informó el fiscal.

“Esta persona de la tercera edad habría sufrido una crisis y habría tratado de descender del vehículo y, en ese contexto, se produce este forcejeo para evitar que la persona descendiera. Pero se estableció que en definitiva esa situación, que por lo demás no ocurrió el día de la desaparición de la víctima, no tiene vínculo o relación aparente con los hechos que estamos investigando”, cerró el fiscal.