El 31 de marzo pasado, dos estudiantes de Derecho de la Universidad del Desarrollo fallecieron tras ser atropelladas en Santo Domingo.

Las estudiantes, de 19 y 20 años, fallecieron en el lugar, mientras que el único imputado de iniciales J.V.S., estudiante de Derecho de cuarto año, en la misma universidad, declaró que ese día, participó de un asado con bebidas alcohólicas.

El estudiante reconoció que antes del accidente, bebió “a lo mínimo cuatro a cinco cervezas, y a lo mejor antes de haber salido me tomé un shot de Jägermeister”.

Junto a su amigo, de iniciales J.A, decidió ir a una disco, no obstante, cuando se dieron cuenta que “era muy temprano”, decidieron ir a recorrer por Santo Domingo.

Según consigna Radio Bíobio, el imputado declaró que “Transcurrido unos 30 minutos, (su amigo) me da la sugerencia de invitar a A.E y T.B para que nos acompañaran a la disco. Yo no las conocía, ya que eran alumnas de la carrera de Derecho, pero de segundo año y yo estoy en cuarto… Él organizó todo”.

En la instancia, J.V.S. aseveró no recordar si las estudiantes subieron al vehículo bajo los efectos del alcohol, o si se pusieron el cinturón de seguridad.

Además, comentó que se dirigieron al Mirador de Las Brisas de Santo Domingo, donde aseguró “no había nada de alcohol en el auto, no estábamos tomando”, reconociendo sí, que anduvo a alta velocidad por un camino peligroso.

“A la entrada del camino Las Brisas, yo señalizo a la derecha. Una vez que estábamos en camino recto, quizás estaba manejando a 90-100 kilómetros por hora, no sé exactamente a qué velocidad (…) Sinceramente, no me acuerdo cómo perdí el control ni cómo se produjo el accidente, pero recuerdo que estaba afrontando la curva”, declaró el imputado.

El joven declaró que al despertar notó la presencia de Carabineros y personal de la autopista, recordando que luego despertó en una cama donde escuchó llorar a una de las mujeres.

“Yo decía, por favor, que a mí no me interesa que me salven, que me interesaba que salvaran a T.B, A.E y J.A. Mi vida era lo menos que me importaba y no me sigue importando hasta el día de hoy”, declaró.

Una enfermera le reveló que una de las jóvenes había fallecido, muriendo horas más tarde la segunda: “No podía creer que habían fallecido, y lo sigo encontrando injusto. Sinceramente, yo no esperé que pasara algo como lo que pasó ese 31 de marzo”, aseguró.
Reveló en la instancia, que tras el accidente, estuvo internado en clínicas de salud mental tras “confesar pensamientos suicidas”.

“Me encuentro medicado y les confieso de verdad que yo deseo haber muerto en el accidente porque lo encuentro totalmente injusto, que yo esté acá y no tengo forma de decir lo mucho que lo lamento”, cerró.