El Tribunal Oral en lo Penal de Arica declaró culpable a un oficial del Ejército, acusado de violar a una joven conscripta que realizaba el servicio militar.

Los hechos ocurrieron en agosto de 2022, cuando el militar de 50 años, le dio a la víctima una bebida alcohólica con una sustancia que le hizo perder la consciencia.

Luis Soriano, fiscal de la Unidad de Delitos Sexuales de Arica, señaló que «es un caso paradigmático de abuso de poder de parte de un oficial del Ejército activo que estaba a cargo de la instrucción de un grupo de soldadas mujeres, conscriptos, el año 2022”.

El fiscal detalló que las soldadas “llegaron a hacer el servicio militar en Arica, voluntariamente, con todas las ganas y las esperanzas de cumplir sus sueños de vestir el uniforme y servir a su patria; sueños que se vieron frustrados por el accionar de este oficial imputado”.

Según detalló el Ministerio Público, el oficial llevó bajo engaño a la soldada a su departamento fiscal, donde presuntamente asistirían más personas, quedando a solas con ella.

En la instancia, la víctima bebió varios tragos de tequila “con alguna sustancia que la logra hacer perder el sentido y la consciencia, y en ese estado logra abusarla sexualmente y violarla”, explicó Soriano.

“Esta joven, después de varias horas, logra recuperar cierto sentido y sale corriendo de ese lugar, pidiendo ayuda”, informó el persecutor.

Según relató Soriano, la víctima fue “auxiliada por una vecina, quien la presta ayuda, llamando a personal de Carabineros y también a funcionarios de la unidad del Ejército donde la joven cumplía su servicio militar”.

“Con el trabajo de la Brigada de Delitos Sexuales se logró la detención del imputado, quien en primera instancia se encerró en su departamento sin abrirle a nadie para limpiar el sitio del suceso, previo a la llegada del personal policial”, acotó.

El imputado se encuentra en prisión preventiva tras el inicio de la investigación, siendo hallado culpable.
La sentencia será informada este martes 4 de junio, donde la Fiscalía solicitó una pena de diez años de presidio mayor en su grado mínimo.