Sr. Director:

Junto a la asociación evangélica «Marcha por Jesús «, el diputado evangélico RN, Eduardo Durán, solicitaron a la Convención una comisión permanente de asuntos religiosos para plasmar los principios del mundo cristiano en la Nueva Constitución, especialmente la libertad de culto (LC), advirtiendo que convocarán a rechazarla si no.

Sabemos qué ocurre cuando se gobierna mediante principios religiosos y estos son tomados en serio. El talibán nos recuerda en Afganistán lo que nos hemos acostumbramo a olvidar de otras teocracias.

La LC no necesariamente es patrimonio del cristianismo, si acaso de religión alguna, estando consagrada en tratados seculares de DDHH suscritos por Chile como norma vigente y efectiva.

Un principio cristiano que bien podríamos tomarnos en serio es la separación entre lo que es de Dios y lo que es del César. A los pastores de su Dios, el diezmo de su feligresía; al César: leyes seculares, impuesto a la renta por los diezmos y contribuciones por los templos. ¿Suscribirán una constitución que plasme en serio el valor de ser todos hermanos ante la ley?