martes 8 junio de 2021 | Publicado a las 12:14 am · Actualizado a las 12:14 am
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Estudio identifica 855 sitios de alto valor ecológico en regiones de Valparaíso y Metropolitana
El trabajo identificó la Infraestructura Ecológica de las regiones de Valparaíso y Metropolitana para integrar la dimensión ecológica al ordenamiento territorial en estas zonas.
Un estudio permitió identificar las más de 400 mil hectáreas que conforman la Infraestructura Ecológica en las regiones de Valparaíso y Metropolitana, esto con el fin de servir de base para los 36 municipios de estas regiones.
En este sentido, la investigación permitió caracterizar la red de áreas naturales de alto valor en biodiversidad y servicios ecosistémicos que conecta a las cordilleras de los Andes y de la Costa con el océano Pacífico. Siguiendo los cordones montañosos y los cursos de ríos principales, detectaron los ecosistemas de importancia para el sustento y permanencia de comunidades y actividades humanas, lo que expertos y expertas han denominado Infraestructura Ecológica.
En este proceso, que significó un arduo trabajo de dos años, participaron más de 120 funcionarios municipales y de servicios públicos, junto a los y las investigadores de la Universidad de Chile y del Ministerio de Medio Ambiente. La iniciativa logró mirar el territorio de manera colectiva e integral, incorporando así la dimensión ecológica en el ordenamiento y gestión territorial de las distintas comunas.
“Identificamos la red de espacios más importantes para la vida silvestre y los ecosistemas en esta región”, señala el geógrafo y académico de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo U. de Chile, Alexis Vásquez, quien lideró el proyecto GEF Montaña.
A través de un sitio web llamado Geoportal se pueden visualizar y explorar los mapas en los que se logra identificar una gran red de áreas naturales, con 855 sitios y corredores de relevancia en biodiversidad, los que se concentran especialmente en los cordones montañosos y cursos de agua.
Dentro de estas más de 400 mil hectáreas, se puede encontrar un gran número de especies, tales como 2.864 especies nativas de flora, 132 de ellas endémicas de las regiones Metropolitana de Santiago y Valparaíso, y 91 exclusivas de la Región Metropolitana. En cuanto a la fauna, se tiene registro de 336 especies entre estas dos regiones que equivalen al 48 por ciento de las especies del país. De ellas, se cuenta un 57 por ciento de aves, 37 por ciento de mamíferos, 36 por ciento de peces, 28 por ciento de reptiles y 20 por ciento de anfibios, lo que advierte una alta riqueza de especies, entre ellas, el puma (Puma concolor).
Sin embargo, el 87,2 por ciento de la superficie con mayor relevancia ecológica para la biodiversidad y los servicios ecosistémicos actualmente no se encuentra incluida en un área protegida.
Asimismo, Alexis Vásquez señala que existen en la zona corredores ecológicos en buen estado que permiten el flujo de energía y materiales, tales como agua o el desplazamiento de animales como pumas, zorros o roedores, que solo requieren algunas acciones de preservación, pero otros corredores necesitan ser restaurados y asegurar la conectividad, por ejemplo, construyendo “pasarelas verdes o puentes salvajes creados especial y exclusivamente para que puedan transitar los animales, como los que ya se han creado en Europa y Estados Unidos. Esto es importante ya que los mayores esfuerzos han sido para mantener grandes áreas protegidas, pero estas al final se vuelven islas. Por largo tiempo pensamos que eso era suficiente, pero la evidencia científica nos indica que la conservación debe hacerse en redes integradas de áreas protegidas y corredores”.
En este sentido, una barrera importante es la Carretera Panamericana, que interrumpe tanto la conectividad hacia y desde la costa en el sector de Las Chilcas por el norte, como en Angostura de Paine en el sur de la región, así como la Ruta 78 a San Antonio que produce un corte del corredor Norte-Sur en la cordillera de la Costa. Algunos animales se las arreglan para cruzar de noche, pero corren el riesgo de ser atropellados.
Marianne Katunaric, coordinadora del Proyecto GEF Montaña, cuenta que, al hacer zoom en el territorio, aparecieron elementos como lagunas, pequeños esteros o quebradas. “La idea es que cada municipio los pueda identificar y también que sepa lo que tienen sus vecinos para futuras planificaciones intercomunales. A partir de este estudio hicimos el ejercicio de elaborar junto a cuatro municipios un plan maestro de los borde ríos del Mapocho y Maipo. Ellos incorporaron esta infraestructura ecológica y así pudieron definir proyectos de protección y gestión”, explicó.
Sitios de relevancia ecológica
La red determinó que los sitios de mayor relevancia ecológica, por ejemplo, en la cordillera de los Andes, son el Parque Nacional Río Clarillo, el Monumento Natural El Morado, el embalse El Yeso y el Piedemonte Andino.
Hacia el Norte de Santiago, están el sector de Chacabuco-Peldehue y el cordón El Roble. En los sectores de valle y cerros de la cordillera de la Costa, se encuentran los sectores de Mallarauco y sur de Cantillana. En las comunas de la región Valparaíso, destaca la alta relevancia del Parque Nacional La Campana, de Quilpué, el sector norte de Casablanca, algunas cabeceras de cuencas entre Cartagena y María Pinto y en la zona costera la Reserva Nacional y Sitio Ramsar El Yali.
Las zonas de amortiguación de los núcleos, claves para la mitigación de amenazas, se concentran en comunas que contienen importantes cordones montañosos como en San José de Maipo (32,6 por ciento) y Lo Barnechea (7,8 por ciento), y gran parte del cordón Cantillana en Alhué (6,9 por ciento), lo que demuestra lo relevante de preservar las zonas montañosas del área GEF Montaña.
Las comunas con mayor superficie de corredores principales son Melipilla (29,5 por ciento), Isla de Maipo (12 por ciento), Buin (8,5 por ciento) y San José de Maipo (7,1 por ciento). Mientras que, las comunas con mayor superficie de corredores secundarios son Curacaví (19,2 por ciento), San José de Maipo (17,8 por ciento) y Santo Domingo (9,1 por ciento). Todas ellas claves para mantener y restaurar la conectividad del paisaje.
Los promotores del proyecto esperan que prontamente que estos resultados sean integrados en instrumentos públicos ya existentes tales como el Plan Regulados Metropolitano de Santiago, el Plan Regional de Ordenamiento Territorial, la Evaluación Ambiental Estratégica, los planes reguladores comunales; y que contribuyan a la ampliación y creación de áreas protegidas así como a la implementación de paisajes de conservación, reservas naturales municipales e iniciativas privadas de conservación.