La candidata a concejala por Viña del Mar, Leonora Díaz Moreno, tiene un amplio currículum en el mundo de la educación en instituciones públicas. Tras toda su formación y desempeño académico, el convertirse en concejala, no es un capricho.
Leonora, posterior a su jubilación en el 2018, participó de cabildos y asambleas autoconvocadas en Viña del Mar, trabajando intensamente desde el Cabildo de Agua Santa y plan Viña así como desde la vocería de la Coordinadora de las organizaciones de los cabildos y asambleas de la Ciudad Jardín.
El trabajo realizado en terreno, la llevó a presenciar una realidad distinta de la ciudad, con un dolor muy grande por  “una situación de postración que presenta la ciudad, en particular sus sectores más escondidos que son sus cerros y los campamentos en quebradas y distintos lugares”. La falta de apoyo por la llegada del Covid-19, aumentó la crisis en esos sectores donde se debía conseguir inclusive bidones para trasladar el agua. “Ese nivel de pobreza, es una foto de la década del 60”, declaró Díaz.

Estas situaciones, despertaron en Leonora “un deseo de justicia muy grande” que la llevó a seguir trabajando y ante la sugerencia recibida para ser parte del Concejo de Viña del Mar, Díaz afirma que “Si yo puedo servir desde esa postura, feliz lo hago (..) destinar mis energías a colaborar, restablecer un proyecto de ciudad, con vida buena para todos sus vecinos me pareció que era muy relevante, independiente que tanto las cifras numéricas me vayan a facilitar o no ese puesto, el hecho ya de conversar con vecinos, vecinas, organizaciones e ir pensando en manera conjunta alternativas de acción, alternativas de solución, alternativas de políticas en un debate que nos activemos todos, a mi me parece central hoy día”.

 

Ciudad inclusiva y del buen vivir

“La Ciudad Jardín ha ido perdiendo sus jardines, estamos comprendiendo la inclusividad como una Viña que es para sus 361.000 habitantes. Hay un patio trasero en donde vive el 80% de los viñamarinos y viñamarinas, por lo que la inclusión en términos sociales, políticos y culturales, la inclusión de los beneficios de una ciudad es un derecho para todos sus habitantes”,  manifestó de manera categórica Leonora Díaz, siendo esta una de sus propuestas de candidatura.
“Hay una necesidad urgente de abrir los ojos a ese 80 % escondido” añadió.

Invisibilización de la población

La existencia de este “patio trasero escondido” en Viña del Mar, para Leonora tiene directa relación con “16 años de una gobernanza municipal y lamentablemente por una persona que cuando comienza su trabajo en el municipio tenía un cuarto año básico y durante estos años hemos visto cómo se han presentado ante Contraloría certificados falsos de escolaridad, pero más allá de esta situación puntual, eso está mostrando que no estaba a la cabeza del Gobierno Municipal una persona con la preparación que los desafíos del gobierno de una de las ciudades más importantes del país necesita”.
Otro de los aspectos para esta gran invisibilización tiene relación con  “el poder que la legislación chilena brinda hoy día a un alcalde o alcaldesa, donde tiene las posibilidades de casi un monarca, (..) confiamos que este despertar de Chile limite estos poderes monárquicos, y se escuche la voz del Chile despierto que es la participación vinculante”.

Presencia de Reginato en la Concejalía

Virginia Reginato se encuentra trabajando también para ser parte ahora del concejo municipal, esto para Leonora tiene relación con que  “ella ha tenido 16 años de mandato donde el clientelismo ha sido la tónica. Esta clientela está adherida con las posibilidades que le dieron los 16 años de alcaldía. Ante esto no podemos cerrar los ojos y el 16 de mayo vamos a ver como estuvo la clientela. Son 16 años de ir tejiendo una red de corruptela, por lo que hay una necesidad de ella de estar ahí (..) Hay una metáfora fuerte de entender: Ciudad Gótica, tiene una alcantarilla a la que van las sanguijuelas que le quitan la sangre y la vida a la ciudad, por lo que debe haber alguien que se siente sobre la tapa de la alcantarilla, la tiene que tapar”.

Ordenar la casa

Una de sus primeras propuestas a llevarse a cabo de llegar a asumir el cargo, será el de juntarse con el concejo en pleno y preguntarse si la “silla donde están sentados es pública o está hipotecada”. Manifiesta que deberá hacerse el proceso de fiscalización para “seguir el hilo, la trazabilidad de las corrupciones, de arbitrariedades, de lo que no se esté haciendo bien, todo esto bajo el estado de derecho que nos rige en una correcta implementación”.
Para Leonora esto no es una “caza de brujas” sino una manera de “ordenar la casa” porque la ciudad necesita saber después de este  “tsunami de 16 años que quedó en pie”.

Operacionalización de sueños

Leonora Díaz ve a Viña del Mar como un gran cuerpo humano, que luego de una exhaustiva y correcta evaluación recibe su epicrisis, para la que su Municipio debe trabajar de manera correcta y en constante comunicación con la ciudadanía. La manera correcta de trabajar para ella es “oyendo lo que dice el ciudadano común, viéndonos como un todo y apoyando a la recuperación efectiva y transparente”.
“Trabajar de manera conjunta, con la mente abierta para oír y accionar de manera operacional para cumplir con todos los sueños que se tengan, volviéndolos realidad, en educación, salud y seguridad con unas cifras reales y efectivas” mencionó la candidata.

Apoyo a los músicos y artistas

Para nadie es un secreto, que el mundo de las artes ha sido dejado de lado y no reciben los apoyos necesarios.
Leonora estima que las artes son un nodo muy importante por todo lo que representan para la vida e incluso salud de todos  “liberando la serotonina” “Hay que sentarse y armar un plan para  reactivar la música y las artes en general en la región, si no se puede por un tema sanitario hacerlo de manera presencial, puede ser vía zoom como parte de nuestra nueva realidad, pero en manera conjunta hay que reactivar y apoyar a este sector en un corto y mediano plazo, porque el hambre se calma con porotos, no con cueca” finalizó la candidata al Concejo Municipal de Viña del Mar.