domingo 2 mayo de 2021 | Publicado a las 2:53 pm · Actualizado a las 5:10 pm
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Raúl Celis, candidato constituyente: “La modificación o reemplazo de la Constitución era inevitable”
Celis, quien busca representar al distrito 7, afirma que su candidatura busca responder a los populismos.
A dos semanas de las elecciones del 15 y 16 de mayo próximo, el candidato constituyente por el Distrito 7, Raúl Celis Montt (RN) conversó con El Epicentro Chile sobre los motivos que lo llevaron a querer ser parte de la convención constitucional, los ejes programáticos de su campaña y la visión que deberían tener la salud, la seguridad y otros temas en la nueva Constitución Nacional.
El abogado y político viñamarino, se declara regionalista, por lo que plantea que en la comisión constituyente se debe «formar un buen bloque que fortalezca las ideas de descentralización política, administrativa y fiscal», igualmente manifiesta condenar la violencia y estar en la búsqueda de la equidad e integración social.
Durante este cambio de fecha de elecciones ¿Ha tenido contacto con sus electores?
Sí, especialmente a través de reuniones virtuales con los candidatos a concejales de la provincia de San Antonio y de Casablanca. Además, tuvimos algunas actividades virtuales con la candidata a alcaldesa por Viña del Mar, Andrea Molina; y otras con las dos candidatas a constituyentes del subpacto, Jeanette Bruna y Tania Córdova, ambas de Valparaíso.
De manera más indirecta tuve contacto mediante entrevistas, debates y otros programas en medios escritos, de televisión y digitales.
¿Qué lo motivó a usted con su vasta trayectoria a querer ser candidato constituyente?
Fundamentalmente la preocupación por la fragilidad democrática del país y sus instituciones. Hoy, por lejos, vivimos la crisis política más grave que hemos tenido desde el retorno a la democracia y creo que, por mi profesión, conocimiento de la región y del funcionamiento de la administración pública, puedo contribuir a acercar posiciones, facilitar consensos y persuadir a una convergencia al centro, alejándonos de los extremos.
¿Cuáles son los principales ejes programáticos de su campaña?
Contamos con un decálogo que puede consultarse en nuestra página web www.raulcelis.cl. Dentro del decálogo, destaco el respeto a la vida, la protección de la familia, la defensa de las libertades, diversos derechos y deberes -incorporando los llamados derechos digitales-, el orden público y la seguridad, la descentralización -con acento en los gobiernos locales-, y el desarrollo sustentable o sostenible.
¿Qué temas apoyaría en el marco del debate constitucional en el caso de ser electo?
A la Convención Constitucional debe llegarse con un ánimo de apertura, de escuchar a los demás, dejando de lado posiciones extremas. El lema de mi campaña es Sentido Común para Chile y apoyaré todas las ideas y principios que vayan en esa dirección, independientemente de quien los promueva. Eso sí, daré énfasis a aquellos puntos contemplados en mi decálogo.
¿Cómo trabajaría la descentralización en una nueva constitución?
Todos los programas políticos de cualquier sector mencionan como objetivo la descentralización, pero en la práctica no la impulsan con energía. La razón es que la descentralización implica entregar parte del poder, distribuirlo y es ahí donde comienzan los problemas.
En la Convención Constitucional vamos a ser muchos más los representantes de regiones que los de Santiago y considerando que es una materia que cruza todas las tendencias políticas, pienso que podremos formar un buen bloque que fortalezca las ideas de descentralización política, administrativa y fiscal, de políticas para el desarrollo y retención del talento y capacidades a nivel regional y local, junto con estimular la participación ciudadana y el control democrático. Todo lo anterior dentro de un Estado que se defina como unitario y descentralizado, sobre un territorio único e indivisible.
De no haber ocurrido el Estallido Social ¿Se hubiera concretado la opción de cambiar la constitución?
Sí, pienso que la modificación o reemplazo de la Constitución era inevitable y la mejor prueba es el proyecto de nueva Constitución presentado por la ex Presidenta Bachelet y ya ingresado para su tramitación en el Congreso Nacional. No obstante, naturalmente el estallido social aceleró este proceso.
¿Qué derechos sociales cree se deben reforzar en la nueva constitución?
El problema no está en reforzar derechos sociales sino en dar respuesta a preguntas tales como ¿Quién los financiará? ¿Cómo se hará? ¿De dónde saldrán los recursos?
Hoy existen una serie de declaraciones en la Constitución que son letra muerta, por ejemplo, el derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación, lo que ni siquiera se cumple en Santiago. Por eso, en los derechos sociales lo fundamental será aterrizar las ideas, de manera de evitar caer en frases vacías o promesas imposibles de cumplir.
En cuanto al derecho a la salud ¿Cuáles serían sus propuestas?
Normalmente se habla de el derecho a la salud con muy poco conocimiento. Desde luego, nuestro diseño es copia del británico, que ha sido un modelo para gran parte del mundo.
En materia de salud se distinguen tres niveles: a) Nivel primario, en el cual toda persona tiene acceso al sistema que se presta a través de los Cesfam, Cecof, consultorios, postas rurales, SAPU y SAR; b) Nivel secundario, que supone exámenes, consultas, procedimientos de cierta especialización, etc. Aquí el desafío es ampliar la cobertura, acceso, tiempos de respuesta y calidad de servicio del primer nivel, de manera de satisfacer estos casos que son de mayor complejidad; c) Nivel terciario, referido a las prestaciones quirúrgicas y hospitalización. Actualmente se abordan con los programas GES (Garantías Explícitas de Salud) y es el nivel donde se generan mayores brechas.
Nuestro desafío es lograr un plan básico universal que considere el sistema de salud en sus tres niveles.
La seguridad es algo que preocupa a todos, ¿Cuál sería un planteamiento que consiga reforzarla?
Es necesario dejar expresamente establecido en la Constitución que al Estado le corresponde el monopolio del uso legítimo de la fuerza, la que ejerce a través de los órganos encargados de la seguridad y orden público. Adicionalmente, que su uso se regulará por un estatuto especial en el que se dispondrá que esos órganos tendrán una posición de superioridad de dotación, recursos y medios ante actos de violencia. Lo anterior, resguardando el respecto irrestricto a los derechos humanos.
¿De qué manera una nueva carta magna puede repercutir en el desarrollo y crecimiento de las pequeñas y medianas empresas, así como de los emprendimientos individuales en Chile?
Equilibrando dos principios mencionados recientemente por la Conferencia Episcopal: la solidaridad y la subsidiariedad. Por una parte, es importante que se estimule a las personas a emprender sin demasiadas trabas burocráticas, dándoles confianza acerca de las reglas por las que se van a regir. Y, por otro, que exista un Estado que no las asfixie, que entienda que detrás de esas pequeñas y medianas empresas hay familias que dependen de ellas y, en consecuencia, en tiempos difíciles como los de hoy, debe colaborar en su subsistencia sin dejarlas abandonadas a la deriva
¿Debería existir en la nueva constitución un mandato legal que proteja los derechos del ciudadano ante cualquier circunstancia que perjudique su trabajo, salud y seguridad como por ejemplo la vivida durante esta pandemia?
Debo advertir que este tipo de crisis es de un nivel de impredecibilidad tal, que supera la realidad normativa. Sin perjuicio de lo anterior, a propósito de los estados de excepción constitucional, en particular de catástrofe por calamidad pública, podría incorporarse el deber del Estado de resguardar el trabajo, salud y seguridad de los habitantes del país ante la ocurrencia de esos eventos.
En la misma línea ¿Cómo la nueva constitución se va hacer cargo de la situación del país post pandemia?
La Constitución puede hacerse cargo de modo indirecto, es decir, empapando en todo su texto la realidad de un país diferente, más pobre y vulnerable del que teníamos previo a la pandemia.
¿Cuál es su opinión sobre el populismo electoral que se está instalando en el país?
Sencillamente nefasta. Existe un grado de irresponsabilidad superlativo, que ignora las consecuencias que pueden derivarse de crisis como la que vivimos. Justamente, mi reacción ante este populismo electoral, es la de presentarme como candidato a la Convención Constitucional.