El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, aseguró que declarará «la guerra» a Canadá si Ottawa no hace nada con la basura que una empresa canadiense envió a territorio filipino hace varios años.

«Quiero que me preparen un barco. Advertiré a Canada, quizás la semana que viene, para que retire todos los residuos», aseveró el mandatario filipino, quien no entiende por qué Ottawa desea convertir Filipinas en «un basurero».

Duterte fue enfático en señalar que «enviaré toda la basura allá, usando la fuerza de ser necesario», amenazó.

El conflicto se suscitó porque Filipinas denunció que muchos de los plásticos que Canadá envió no eran reciclables, por lo que se convirtió en un problema para las naciones usadas para procesar la basura de otros, método al cual se opusieron reciéntemente.