En la primera visita a Chile del presidente de Brasil Jair Bolsonaro, que se da en el contexto del Encuentro de Presidentes de América del Sur (Prosur), la bancada parlamentaria del Frente Amplio ingresó un proyecto de resolución, que solicita al presidente Sebastián Piñera declarar como persona non grata a su par brasileño y suspender todos los actos oficiales que están programados por su estadía, invocando así a la Convención de Viena.

En esa línea, el diputado Pablo Vidalanunció que “ningún representante del Frente Amplio va a concurrir a un almuerzo en honor a una persona que nos parece un peligro para la democracia. (…) Tenemos una defensa irrestricta de los Derechos Humanos, sea donde sea que estos puedan ser vulnerados”.

Añadió que “Jair Bolsonaro es una advertencia para nuestro país respecto a que cuando la clase política se corrompe de manera generalizada, surgen este tipo de populismos que manifiestan lenguajes y discursos de odio”; e hizo un llamado “a todas las personas a participar de las distintas actividades que organizaciones sociales están convocando en rechazo de Bolsonaro en Chile”.

Asimismo, la diputada Claudia Mix sostuvo que “hemos venido a afirmar nuestra posición respecto a a la visita de esta persona que nos parece que atenta contra todos los derechos; ha manifestado hace mucho rato, no sólo ahora que es presidente, su odio contra las mujeres, el mundo LGTBI y los pueblos originarios, por tanto nos parece un error por parte del presidente Piñera sumarse o invitar a este tipo de persona a nuestro país”.

En el mismo día en que Bolsonaro arriba a territorio chileno, desde Revolución Democrática las parlamentarias se vistieron de azul y los parlamentarios de rosado, aludiendo a la declaración de Damares Alves, titular del Ministerio de Mujer, Familia y Derechos Humanos del gobierno de Bolsonaro, que festejó junto al presidente brasileño el inicio de una “nueva era” en ese país, en la que “niño viste de azul y niña de rosa”.