martes 2 octubre de 2018 | Publicado a las 1:51 pm · Actualizado a las 6:55 pm
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Restringen venta de alcohol por pasacalles barriales del Mil Tambores
Autoridades coordinaron el refuerzo policial en los “puntos calientes” de la ciudad; la restricción de acceso a las playas; trabajos en materia de aseo y ornato; y la disposición de ambulancias.
Hasta la comisión de Cultura de la Cámara de Diputados asistió la gobernadora de Valparaíso, María de los Ángeles de la Paz, junto al administrador municipal de Valparaíso, Claudio Opazo, y el representante de la Corporación Mil Tambores, Santiago Aguilar, para analizar el presente y futuro del carnaval.
En la ocasión, expusieron su intención de mejorar la organización para su versión del año 2019 e informaron las características que tendrán los pasacalles barriales este próximo fin de semana.
Respecto a la suspensión del pasacalles central que se pretendía realizar en la avenida Altamirano, la gobernadora recalcó que “la suspensión de la actividad central es unilateral y voluntaria por parte de la organización y no fue una decisión de la Gobernación. No estamos en la posición, en ningún caso, de restringir actividades culturales que se den en los espacios públicos».
Acerca de la actividad barrial, que se realizará este fin de semana en cinco sectores de los cerros de Valparaíso, De la Paz destacó que “estamos fomentando la coordinación con los vecinos. Estamos tomando las coordinaciones en materia de seguridad pública, pero también la coordinación con la Municipalidad en materia de aseo y de coordinación con los dirigentes de cada uno de los barrios”.
Medidas de seguridad
Dentro de las acciones de coordinación, se encuentra el refuerzo policial en las zonas llamadas “puntos calientes” de la ciudad, la restricción de acceso a las playas, el refuerzo municipal en materia de aseo y ornato, la disposición de ambulancias ante cualquier situación de emergencia, la recepción de los grupos comparsas en establecimientos de la Cormuval y la restricción en la venta de alcohol, entre otras.
En este último punto, el administrador Opazo aseguró que se dispondrá “una restricción de la venta de alcohol en algunos tipos de locales. Al igual que el año pasado, se estableció un perímetro de restricción en esa ordenanza y los locales que ésta incluye, que son las botillerías”.
Respecto al horario de esta restricción y la distancia que abarca este perímetro, Opazo señaló que “el año pasado fue a partir de las 18:00 horas, este año hay que verlo y resolverlo en el transcurso de las horas. El perímetro abarcaba desde Aduana hasta Av. Argentina, y desde Errázuriz hasta pie de cerro”.
Futuro del Mil Tambores
El vocero de la llamada “zona roja” de Valparaíso, que se ve más afectada regularmente con las incivilidades que muchas veces conlleva esta actividad cultural, Boris Kúleba, señaló que “el alcalde Sharp ya hizo un compromiso de que iban a restructurar este carnaval. La idea es que el territorio sea el protagonista de este carnaval, que los vecinos tengan algún tipo de vinculación, ya sea participando en la organización o participando en el carnaval; que sean las comparsas las que estén a cargo de sus pasacalles y sus territorios; y que se transparente todo respecto a los montos, las actividades, el financiamiento del próximo carnaval”.
Respecto a este punto, el presidente de la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados, Marcelo Díaz, puso como ejemplo la organización del Festival “Teatro a Mil”, que lleva 25 años desarrollando actividades culturales en la vía pública en más de 10 regiones, con una coordinación que ha permitido controlar los efectos de las externalidades negativas de lo que significa el desarrollo de una actividad masiva de estas características.
Por ello, señalo que hay que “generar un espacio de diálogo que permita reconocer primero, la necesidad y el derecho de poder desarrollar actividades culturales en espacios públicos, que es una garantía constitucional, pero que además, es una necesidad de dar vida e incentivar el desarrollo de actividades culturales más allá de los recintos cerrados; pero hacerlo de un modo compatible con los derechos de los vecinos y vecinas de no ver alterada de manera ostensible su vida y en particular, de no sufrir consecuencias negativas como consecuencias del desarrollo de esta actividad”.