La congregación Salesiana recibió una denuncia por abuso sexual en contra del sacerdote José Carraro Bacchin, hechos que habrían ocurrido en Santiago entre los años 1992 y 1993, cuando la denunciante era menor de edad.

A raíz de esta denuncia, la congregación Salesiana inició una investigación canónica previa y  presentó sus respectivos antecedentes ante la Fiscalía.

De la misma manera, el sacerdote fue apartado del oficio de párroco de la parroquia Santa Ana, de la Diócesis de Talca, y se le impuso como medida cautelar la prohibición del ejercicio público del ministerio sacerdotal.

El provincial, sacerdote Carlo Lira, viajó a Talca y comunicó esta situación al Consejo Pastoral Parroquial y al administrador apostólico.

Finalmente, la congregación Salesiana llamó «a quien tenga cualquier antecedente que pueda ser útil en esta investigación, a entregarlo al Ministerio Público o a la congregación».