Mientras los equipos de rescate continuaban encontrando víctimas fatales y buscando a las personas desaparecidas producto de los incendios forestales, la capital de Grecia, Atenas, comenzó a vivir una nueva emergencia: las lluvias generaron serias inundaciones en la zona.

Y es que los violentos temporales anegaron algunos barrios capitalinos y en uno de ellos, en Kifisia, decenas de autos se amontonaron uno sobre otro, como si hubiese pasado un tsunami.

Mientras aumentan las sospechas respecto a la intencionalidad de los incendios forestales, el balance oficial de fallecidos se elevó a 85 personas, con el hallazgo de otros cadáveres y la muerte de uno de los tantos heridos internados en hospitales.

Cabe precisar que el fuego destruyó más de 1.200 casas, además de quebrar las vidas de familias enteras, entre ellas, la de Yiannis Philipopoulos, el papá de las dos gemelas de nueve años, Sophia y Vassiliki, desaparecidas desde el lunes 23 en la zona de Rafina.