Luego de la molestia expresada por el sacerdote Marcelo Catril por los dichos de la alcaldesa de Viña del Mar, Virginia Reginato, quien atribuyó parte del déficit financiero del municipio a la ayuda que realizan a los campamentos de la ciudad, ambos se reunieron para limar asperezas y trabajar de forma conjunta.

En ese sentido, acordaron realizar gestiones ante las autoridades del Gobierno para lograr soluciones concretas, a través de una política habitacional de Estado, que vaya en beneficio de las familias que viven en los asentamientos precarios de la Ciudad Jardín, y de esa manera, logren una mejor calidad de vida.

En la oportunidad, la jefa comunal le dio a conocer al sacerdote del campamento Manuel Bustos el trabajo que realiza el municipio para brindar servicios básicos a quienes viven en campamentos, para lo cual se destinan $5,5 millones diarios, cifra que supera los $2.000 millones anuales.

Al respecto, la alcaldesa Reginato indicó que «era importante aclarar algunos temas, porque fueron malentendidos. Este encuentro ha servido para mantener un trabajo más eficiente. Aquí estamos todos por apoyar a las personas que viven en condiciones como no quisiéramos que vivieran”.

En la ocasión, la jefa comunal le comunicó al religioso que el lunes se reunirá con el ministro de la Vivienda, Cristian Monckeberg, para tratar temas prioritarios para la comuna, entre los cuales destaca la situación de los asentamientos precarios en Viña del Mar.

Por su parte, el sacerdote se manifestó “muy contento” con el encuentro sostenido con la alcaldesa, y agregó que «nos hemos comprometido a trabajar más unidos, tener más conocimiento de las cosas que hace el municipio, transmitir lo que hacemos como parroquia, porque todos tenemos que llegar al mismo lugar».