Lucas Azcona, el ciudadano argentino de 26 años que asesinó a la joven chilena Nicole Sessarego en Buenos Aires el 15 de julio de 2014 conversó con el periodista trasandino Mauro Szeta, del canal Telefé, a quien le contó detalles de lo ocurrido aquella jornada.

Desde el penal de Ezeiza, donde cumple cadena perpetua, el sujeto confesó que “siento dolor y culpa por el homicidio, y porque nunca me imaginé hacer lo que hice. Dolor por lo que he generado, y porque nunca en mi vida lo esperé, nunca me lo imaginé”.

Además, Azcona reconoció que “desde afuera me sentí completamente destruido, y me acompañan las ganas de querer matarme”, agregando que lo intentó hacer un par de veces, pero que finalmente no lo concretó.

Respecto a lo ocurrido aquel día, el hombre explicó que ese día tuve una “acumulación de ira, la que ya tuve anteriormente, por cosas en el trabajo, en la vida, durante muchos años y que me generó mucha bronca e ira dentro de mí, y exploté generando eso”.

Continuó diciendo a la señal trasandina que “estuve (trabajando) en un hospital, me cambiaron a otro, me suspendieron, me robaron todo el sueldo, no llegué con mis cuentas, muchas cosas que generaron que me pusiera muy alterado”.

Finalmente aseguró que ese día “no pensaba, no estaba tan consciente como ahora. Esa chica pudo ser como cualquier otra persona, porque fue espontáneo. No sentía nada. Estaba sin sentimiento. No recuerdo nada de lo que pasó”.

El caso

La joven porteña cursaba su cuarto año de Periodismo en la Universidad de Playa Ancha (UPLA) y se encontraba en Buenos Aires desde febrero de 2014, ciudad donde realizaba un intercambio académico.

La noche previa al asesinato, la universitaria salió con un grupo de amigos a un pub, quedándose en el lugar hasta altas horas de la madrugada, razón por la cual sus amigos se separaron y volvieron cada uno a sus hogares.

Fue durante horas de la madrugada cuando Lucas Azcona la encontró en el camino, la siguió y luego le propinó certeras puñaladas que terminaron con su vida.