Con palabras hacia los pueblos originarios, la integración, reconocimiento y unidad, el Papa Francisco entregó su mensaje durante la «Misa por el Progreso de los Pueblos» en el Aeródromo de Maquehue, en Temuco.

Junto a reconocer las bondades de la región de La Araucanía, el Sumo Pontífice citó a Violeta Parra y su canción «Arauco tiene una pena», diciendo que «Arauco tiene una pena que no la puedo callar, son injusticias de siglos que todos ven aplicar».

Y agregó que «en ese contexto de acción de gracias por esta tierra y su gente, pero también de pena y dolor, celebramos la eucaristía».

En cuanto a la situación que vive esta región, el Papa Francisco pidió que «no permitas que nos gane el enfrentamiento ni la división (…) necesitamos la riqueza de cada pueblo y dejar la lógica que existen culturas inferiores o superiores».

Respecto a los hechos de violencia acaecidos en la zona, Su Santidad dijo que «hay dos formas de violencia: en primer lugar debemos estar atentos de la elaboración de bellos recuerdos que nunca llegan a concretarse. En segundo lugar, es imprescindible defender que una cultura del reconocimiento mutuo no puede construirse en base a la violencia y destrucción, que termina cobrándose vidas humanas».

Y cerró su intervención diciendo que «no se puede pedir reconocimiento aniquilando al otro, porque esto lo único que despierta es mayor violencia y división. La violencia llama a la violencia. No a la violencia que destruye en ninguna de sus dos formas».