Fuentes de inteligencia japonesas sospechan que la última prueba nuclear llevada a cabo por la República Popular Democrática de Corea provocó derrumbes y la muerte de unas 200 personas, de acuerdo con canal de televisión local.

El ensayo, que tuvo la explosión más potente en la historia del país asiático, habría derrumbado un túnel en el noreste del país, matando a unas 100 personas. Cuando los equipos de rescate se encontraban en el lugar, un segundo temblor causado por la detonación habría matado a 100 personas más.

Pyongyang llevó a cabo a principios de septiembre una prueba nuclear de una potencia de 250 kilotones, según cálculos de agencias japonesas y surcoreanas. Se trata de la sexta detonación nuclear del régimen de Kim Jong-un, y la primera con una bomba de hidrógeno, de mayor potencia que una bomba convencional y que se se puede instalar en un misil intercontinental.