El Parlamento de Cataluña votó este viernes a favor de la declaración de independencia de la región autonómica con 72 votos a favor, 10 en contra y 2 abstenciones.

La medida unilateral basa su legitimidad en el referendo de autodeterminación llevado a cabo el 1 de octubre pasado, en el que ganó por amplia mayoría la postura a favor de la independencia. Desde antes de su realización, el Gobierno Español había declarado como ilegal al ejercicio democrático, lo que desató una crisis institucional no vista en el país desde el fin del franquismo.

Al mismo tiempo de la sesión en el Parlament, el Senado español debatía la aplicación del artículo 155 de la Constitución, cuyo texto dice: “Si una Comunidad Autónoma no cumpliere las obligaciones que la Constitución u otras leyes le impongan, o actuare de forma que atente gravemente al interés general de España, el Gobierno, previo requerimiento al Presidente de la Comunidad Autónoma y, en el caso de no ser atendido, con la aprobación por mayoría absoluta del Senado, podrá adoptar las medidas necesarias para obligar a aquélla al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones o para la protección del mencionado interés general”.

De aprobarse la aplicación del artículo, se espera que España disuelva en su totalidad al Ejecutivo y Legislativo catalán para imponer un gobierno interino en lo que se llama a nuevas elecciones parlamentarias.

El mismo presidente de la Generalitat catalana, Carles Piugdemont, había dejado ver la posibilidad de renunciar y llamar a elecciones en diciembre próximo para evitar que la crisis se prolongara, lo que al final no sucedió.

Tras conocer la noticia, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (Partido Popular, derecha), escribió en su cuenta de Twitter: “Pido tranquilidad a todos los españoles. El Estado de Derecho restaurará la legalidad en Cataluña”.