lunes 23 octubre de 2017 | Publicado a las 2:54 pm · Actualizado a las 2:55 pm
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Aldo Cornejo a empresario por proyectos inmobiliarios: «Sería preferible que desista»
El diputado se refirió al enfrentamiento entre el alcalde Jorge Sharp y el empresario inmobiliario, Nicolás Ibáñez, a raíz de los proyectos "Parque Pümpin" y "Mirador Barón".
El diputado por Valparaíso, Aldo Cornejo (DC), insistió hoy en la necesidad de “poner los intereses y planteamientos de los habitantes de la Ciudad Puerto por sobre cualquier consideración económica particular”.
De esta manera se refirió al enfrentamiento entre el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, y el empresario inmobiliario, Nicolás Ibáñez, a raíz de los proyectos inmobiliarios «Parque Pümpin» del barrio O’Higgins y «Mirador Barón», del cerro Barón.
Al respecto, el parlamentario indicó que “el tema de fondo tiene que ver con la forma en cómo pensamos nuestras ciudades, y aquí, con el rechazo ciudadano existente, especialmente de quienes viven en los sectores donde se emplazan estos proyectos, es de toda lógica que el señor Ibáñez desista».
Cornejo agrego que «una inversión de esta naturaleza, son más de mil departamentos, implica necesariamente un tremendo impacto en la calidad de vida de los porteños y de los vecinos de estos lugares, y los intereses económicos de la inmobiliaria no pueden estar por sobre los vecinos”.
Por último, el también candidato al Senado dijo que «el municipio, encabezado por Jorge Sharp, ha representado el sentir de los ciudadanos. Espero, sinceramente que el señor Ibáñez se detenga, piense, evalué y considere la resistencia ciudadana que existe y que se ha manifestado con claridad”.
Anulación de permisos
Cabe recordar que el alcalde Sharp decidió acoger el recurso de ilegalidad presentado por los vecinos, por lo que se anuló el permiso de construcción otorgado a Del Puerto Spa, que pretendía construir un condominio de 22 edificios, con un total de US$70 millones de inversión.
La medida se anunció a través de un decreto alcaldicio en el Diario Oficial, argumentando “vicios de ilegalidad que no pueden ser subsanados sino mediante la anulación”.