Lección de historia digna de una tesis universitaria la que ofreció un reportero de la televisión venezolana mientras comentaba la retransmisión de las pruebas olímpicas de natación de Río con Michael Phelps, la gran estrella mundial de la especialidad, en acción. Ni Phelps había nacido en 1972, ni participó lógicamente en los Juegos de Múnich, ni Adolf Hitler asumía el poder en Alemania, ya que llevaba 27 años fallecido.